¿Atentado bioterrorista?

«El gas es tóxico, con olerlo usted sabe que es tóxico. Cualquier cosa que le moleste a usted y que pueda provocar, ya sea por impacto inmediato puntual o por acumulación, puede tener efecto tóxico, puede tener efecto fatal. El gas, de hecho, tiene la capacidad de irritar las mucosas, tiene la capacidad de irritar la piel.» –Manuel Vásquez Tineo, Director de Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente

Desperté hoy a las 7:30 AM, completamente desubicado y fuera de mí. Me tomó unos segundos darme cuenta que estaba tirado en el sofá de allá abajo. Recordé que anoche, al irse mis amigos, me recosté un momento allí para terminar de ver una cosa en la TV antes de subir. Creo que no tardé más de 1 minuto en quedar rendido.

Ayer en la noche, El Vicmacs había pasado temprano por casa y cenamos aquí. Pero, luego, tuvo que ir a casa de la abuelita de Ame, así que me quedé solo viendo el juego. Al poco rato llegó El Tony, de sorpresa y depositado por su madre. Llamamos a Víctor para que volviera y pusimos el juego. Como dije anteriormente, no me importa mucho quién gane esta Serie, y detesto a todos los comentaristas a excepción de Ernesto Jerez y Tomás Troncoso, así que pusimos el juego en mute, pusimos Radiohead de fondo y buscamos un vinillo tinto para disfrutar viendo el juego. Buena forma de ver el juego. Más tarde pasaron El Ricky y El Turín-bim y nos quedamos ahí hablando disparates y degustando del vino hasta pasada la 1. Ahí fue que caí agotado sobre el sofá.

Esta mañana, luego de despertarme, decidí que todavía era muy temprano, así que prendí la planta, subí a la habitación de mis padres, y encendí el aire. Ahí fue que dormí bien. Había quedado de juntarme con mi amigo Jeremíah Marble (o Jeremías para los dominicanos) a desayunar, ya que nos habíamos encontrado fuera del Teatro Nacional el sábado en la noche, mientras recogía a Gaby, y él volvía hoy a Villa Fundación. Lo busqué en la oficina del Cuerpo de Paz a las 11 AM y fuimos a Barra Payán para un típico brunch. Muy buenos los sandwiches y las batidas «Ca». Después lo dejé en los Peace Corps y volví a casa a estudiar y almorzar.

El domingo en la tarde fui a jugar un poco de Ultimate. Quizás por eso me dormí tan rápido luego. Parecía una piscina de lodo el campo de la UNPHU, pero estuvo chulísimo el juego. Y, claro está, arrollamos.

Hoy temprano llamó Gaby para decirme que no tenía clases por un escape de gas. Como estaba todavía entre sueños, no le hice mucho caso. Pero, cuando salí a buscar a Jeremías y luego cuando fui a UNIBE, me daba un fuerte olor a gas. Primero pensé que le había dañado algo al carro de Papa (aunque fuese de gasoil, pero seguro que algo de gas tiene), pero no era eso. Asumí que era algo psicológico y proseguí mi andar. Yo sí estoy lejos de la realidad. No fue hasta que El Tony me llamó en la tarde que supe del lío ese con el gas. Cuando leí la noticia fue que me caí de la silla riéndome. Claro que es un gas tóxico. Por Dios. ¿Acaso usted no huele que es tóxico? Eso es algo obvio. ¿Qué mejor estudio científico que el famoso test del olor? Ya saben, de ahora en adelante, siempre que huelan algo desagradable ¡vayan al hospital a ser tratados!, ya que estarán en peligro de muerte. Claro, yo no sé cómo vamos a hacer, porque en esta ciudad hay un mal olor por donde sea. Ya yo le prohibí a Tammy orinar cerca de casa; es que eso huele mal… ¡¿y si es tóxico?!

A las 2:30 PM fui a UNIBE a estudiar, pero me fui inmediatamente: no había aire. No sé qué habrá pasado. Quizás se dañaron los aires con el gas tóxico.

Hey, muchas felicidades a Víctor, quien estuvo de cumpleaños el sábado. Fue un buen fin de semana cumpleañístico; nos juntamos todos los días. Yo voy a seguir los pasos de su abuelo y voy a tener tres fechas de cumpleaños cada año. Eso debe ser divertido.

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Listening to Sufjan Stevens – Illinois (2005)